Cirugía hernia discal

La cirugía de hernia discal es un procedimiento médico especializado que realiza el equipo médico del Hospital CIMA cuyo objetivo es aliviar el dolor y los síntomas asociados con un disco intervertebral dañado. Para más información sobre la cirugía, puedes solicitar una primera consulta de valoración, tengas o no tengas seguro médico de Sanitas.

¿Qué es una hernia discal?

Una hernia discal ocurre cuando una parte del disco intervertebral se desplaza fuera de su posición normal, lo que ejerce presión sobre los nervios cercanos y produce dolor. Las hernias discales pueden aparecer en cualquier parte de la columna vertebral, pero son más comunes en la región lumbar.

Síntomas de una hernia en un disco vertebral lumbar

Saber identificar los síntomas de una hernia discal lumbar es importante, ya que pueden afectar significativamente la calidad de vida del paciente.

Entre los síntomas más comunes se incluyen estos:

• Dolor: que se irradia desde la parte baja de la espalda hasta una o ambas piernas,habitualmente denominado ciática. También puede aparecer dolor localizado en la región lumbar, secundario a la contractura lumbar.
• Debilidad muscular: especialmente en las piernas.
• Entumecimiento u hormigueo: generalmente, en una pierna.
• Dificultad al caminar o estar de pie por períodos prolongados.

¿Cómo saber si tengo una hernia discal? 

En caso de detectar este tipo de síntomas, es necesario concertar una cita con el área de neurocirugia del Hospital CIMA para que un especialista pueda realizar un diagnóstico completo y determinar el tipo de tratamiento más adecuado.

¿Cuándo operar una hernia discal?

La posibilidad de llevar a cabo una cirugía de hernia discal se plantea cuando los tratamientos conservadores, como medicamentos y fisioterapia, no han dado resultados satisfactorios. O porque tras el diagnóstico, el médico considera que es mejor la cirugía, como puede ser en casos de síntomas graves, como debilidad muscular progresiva, hormigueo (parestesias) en zona genital o problemas de control de esfínteres, vesical o rectal.

Diagnóstico de la hernia discal

El diagnóstico de una hernia discal se basa en un examen físico detallado, la historia clínica del paciente y pruebas de imagen.

El médico puede palpar la espalda, medir el movimiento y comprobar la función nerviosa de las piernas. En caso de sospechar de una hernia discal, puede solicitar pruebas de imagen como una radiografía, resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC).

La resonancia magnética es especialmente útil porque ofrece imágenes claras de los tejidos blandos, incluidos los discos intervertebrales y los nervios circundantes.

Cómo es la operación de hernia discal

La cirugía para una hernia discal, puede ofrecer alivio significativo para aquellos que no encuentran solución a través de métodos no quirúrgicos.

Aquí detallamos paso a paso cómo es una operación de hernia discal:

1. Anestesia: El paciente recibe anestesia general o regional, dependiendo del tipo de cirugía y las necesidades en cada caso.
2. Incisión: El cirujano realiza una incisión en la zona afectada de la columna vertebral.
3. Retirada del material del disco: El disco herniario es el responsable de la compresión del nervio y por tanto de la sintomatología. Ya sea por medio de técnicas microscópicas o endoscópicas se extrae el disco herniado hasta comprobar la completa liberación de la raiz nervios, posterioremente nos aseguraremos de que no quede ningun fragmento libre dentro del disco que pueda herniarse reproduciendo la sintomatología.
4. Recuperación: El ingreso según la técnica quirúrgica se prolongará entre 1-3 días, al alta se le facilitará una serie de recomendaciones a seguir.

¿Cuánto dura una operación de hernia discal?

La duración de la operación para una hernia discal puede variar según la complejidad del caso y el tipo de procedimiento elegido, endoscopia, percutánea, microcirugía, artrodesis, artroplastia.  Sin embargo, en general, una cirugía de hernia discal en la que no es preciso fijar la columna suele durar menos de 1 hora

Beneficios de operarse de hernia discal

Optar por una intervención quirúrgica para tratar una hernia discal puede presentar numerosos beneficios para los pacientes.

• Alivio del dolor
• Mejora de la movilidad
• Prevención de síntomas graves
• Aumento de la calidad de vida

Recuperación y postoperatorio de hernia discal

Después de la cirugía de hernia discal, el proceso de recuperación es vital para garantizar que el paciente retome su vida normal y prevenir futuras complicaciones.

• Descanso y limitación de actividades: Inicialmente, se recomendará descanso y evitar movimientos bruscos o levantar objetos pesados. Es fundamental seguir las indicaciones del médico en cuanto a restricciones.
• Tratamiento médico: Los neuroirujanos del Hospital CIMA pueden prescribir medicamentos con el objetivo de controlar el dolor, reducir la inflamación y prevenir infecciones.
• Fisioterapia: Una vez que la incisión comienza a sanar, la fisioterapia es esencial para fortalecer los músculos, mejorar la movilidad y garantizar una recuperación adecuada. La fisioterapia también puede enseñar técnicas para evitar futuras lesiones.
• Control de seguimiento: Se realizará una visita entre los 7-14 días para control de la herida y un control médico a las tres semanas para valorar la evolución, así como la necesidad de tratamiento rehabilitador. En muchos casos de hernia simple el paciente podrá ser dado de alta en la siguiente visita que se realizará a los 2 meses.
• Recomendaciones: Retomar la actividad física de forma progresiva será de vital importancia para conseguir una recuperación óptima.

El tiempo de recuperación de una operación de hernia discal puede variar según el individuo y la complejidad de la cirugía, la mayoría de pacientes pueden retomar sus actividades familiares en 2 semanas y la reincorporación laboral suele darse entre 1 a 4 meses tras la cirugía, en función de la demanda física que suponga dicha actividad.

Volver