Si estás embarazada posiblemente te interese conocer cuántas ecografías se recomienda hacer durante el embarazo y en qué mes se deben realizar. En el Hospital CIMA contamos con una Unidad de Maternidad especializada en el cuidado de la mujer durante el embarazo, parto y postparto.
Las ecografías durante el embarazo son, a día de hoy, el método más eficaz y fiable a la hora de controlar el desarrollo del feto. Las ecografías son pruebas de imagen generadas por ultrasonidos que permiten al equipo de ginecología y obstetricia conocer información importante sobre el bebé. Estas pruebas no resultan dañinas para el feto ni para la madre y realizarse más o menos ecografías no acarrea ningún tipo de problema ya que no hay radiación en el proceso.
Sin embargo, es importante que con los primeros síntomas de embarazo se acuda al ginecólogo para que el médico o la matrona te informen sobre cuántas ecografías debes realizarte y solicitar cita para la primera.
¿Con cuántas semanas se realiza la primera ecografía? Lo normal es que la primera ecografía se haga a partir de la sexta semana de gestación. En cuanto a cuáles son las 3 ecografías importantes en el embarazo, podemos decir que son las que se realizan entre las semanas 11-12, en torno a la semana 20 y, por último, entre las semanas 32 y 36.
Se denomina ecografía temprana o ecografía inicial de embarazo a la que se realiza antes de lo habitual, que suele ser la ecografía del primer trimestre. En esta primera etapa, el embrión está en pleno periodo de formación, por lo que mide apenas unos milímetros. Por lo general, esta prueba sirve para confirmar el embarazo, determinar la edad gestacional (desde cuándo se está embarazada exactamente) o cuántos fetos hay alojados en la cavidad uterina, lo que permite detectar un parto múltiple desde muy pronto.
La ecografía de los 3 meses tiene tres objetivos principales:
Además, durante la realización de esta ecografía del primer trimestre, es posible observar algunos rasgos que descarten o determinen la posibilidad de que el feto sufra algún tipo de patología cromosómica, como por ejemplo el síndrome de Down.
En el caso de detectar posibilidades, sería necesario hacer un seguimiento más estrecho del desarrollo del bebé y realizar otro tipo de pruebas diagnósticas como el test genético prenatal.
La tercera de las ecografías importantes durante el embarazo se da entre el cuarto y el quinto mes de embarazo, entre las semanas 19 y 22 de gestación. Es la conocida como ecografía morfológica del segundo trimestre, y su objetivo es examinar en profundidad tanto la anatomía del feto como estructuras complejas como su corazón o su cerebro. Esta observación meticulosa de las estructuras orgánicas del bebé permite detectar o descartar posibles malformaciones congénitas.
Esto la convierte en la ecografía más importante de todo el embarazo, aunque hay que recalcar que únicamente detecta las malformaciones que puedan observarse a nivel físico, lo que no incluye aspectos como la sordera, la ceguera o enfermedades hereditarias.
Es en esta etapa del embarazo en la que el feto, además, comienza a presentar aspecto de bebé a nivel visual, por lo que se trata de un momento muy especial para los padres.
Sin duda, uno de los detalles más especiales de la ecografía previa a los 6 meses de embarazo es que se puede apreciar al bebé en movimiento. Puede que no se deje sentir aún, sobre todo en el caso de las madres primerizas, pero en la semana 16 el feto ya comienza a agitar sus brazos y sus piernas, aunque no de forma consciente. Esto es lo que permite apreciar en pantalla tanto gestos como las primeras pataditas, aunque se trate de movimientos involuntarios en su mayoría.
Al igual que ocurre con la ecografía temprana entre las semanas 6 y 10 de gestación, esta ecografía no está entre las fundamentales para la mayoría de las madres. La ecografía de las 24 semanas, que puede realizarse hasta las 29 semanas, entre los 6 y 7 meses, sirve para realizar un seguimiento más fiable de la evolución del feto, ya que permite detectar algunos datos que eran invisibles hasta ese preciso momento.
Así, además de permitir valorar si el crecimiento fetal está siendo el adecuado, la ecografía de los 6 meses permite descartar algunas malformaciones que aparecen más adelante en la gestación.
Por supuesto, ya que se realiza, permite valorar también si la cantidad de líquido amniótico es la apropiada, cuál es el estado de la placenta o evaluar si el riego sanguíneo que recibe el bebé es el apropiado.
Durante la semana 24 y 29 también es posible realizarse una ecografía 4D que permite ver al bebé con imágenes de alta definición. Puedes comprar la prueba y acudir a nuestros Centros Médicos y Hospitales seas o no seas de Sanitas.
En esta última fase se realiza la última de las ecografías esenciales durante el embarazo, la ecografía de las 33 semanas, que en realidad puede realizarse entre las semanas 32 y 36 de embarazo.
Esta ecografía de alta resolución permite observar con muy buen nivel de detalle el ritmo de crecimiento fetal, parámetro que se analiza midiendo aspectos como el tamaño de la circunferencia de la cabeza del bebé o el tamaño del fémur, el hueso más largo de su cuerpo, ubicado entre la cadera y la rodilla de cualquiera de sus piernas.
Además, en esta prueba se realiza el estudio Doppler, que permite determinar la salud del feto, así como valorar si el bebé está posicionado de cabeza o de nalgas.
Todas las mujeres nacen con óvulos en sus ovarios, pero su cantidad es finita, lo que quiere decir que el número de óvulos va descendiendo hasta que terminan ...